El potencial chubutense, por la voz de sus productores:
El enólogo Matías Michelini no duda en afirmar con seguridad que Chubut tiene condiciones espectacularmente buenas para el vino. “Además, por el cambio climático, zonas que eran templadas hoy son calientes y zonas que eran frescas hoy son templadas. Hay un gran futuro para hacer vinos en esta provincia, desde la cordillera hasta el mar”, asegura. Y agrega: “Chubut tiene una impronta de carácter del lugar que es impresionante; sus vinos reflejan frescura, nervio y tienen una intensidad que no es golosa sino profunda. Los enólogos, viticultores e ingenieros agrónomos deben creer en Chubut como un gran lugar para hacer vinos”.
Para Darío González Maldonado, ingeniero agrónomo con más de 25 años trabajando y descubriendo el vino de Chubut, un distintivo de la provincia es la diversidad de estilos: “Cada región chubutense tiene sus cualidades a nivel organoléptico, de cantidad de alcohol, pH, acidez total, eso hace que tengamos productos con identidad según el sector”.
También Juan Pablo Murgia, gerente de Enología del Grupo Avinea, que incluye Bodega Otronia -la más austral del mundo- destaca “el carácter impresionante” de los vinos y la fuerza tremenda de la región: “El frío patagónico les da una acidez, una frescura y una profundidad especial”, confirma.
Por su parte, Daniel Fermani, propietario de Bodega Huancache -localizada en Gualjaina- asegura que pronto los vinos de ese terroir tendrán una IG “muy marcada”. El bodeguero imagina que Gualjaina puede llegar a ser una gran zona vitivinícola “a la que vengan bodegas importantes de Mendoza a comprar un campo, y apostar en serio”, dice. Viñedos Cielos de Gualjaina es otra referente del lugar, afincada en la zona desde 2010. Mariano Miretti y su esposa María Alejandra González comandan este emprendimiento, cuyos vinos fueron destacados por el crítico Tim Atkin. “Somos docentes y creemos que la viticultura es un modificador de las sociedades. Hemos logrado incorporar a la currícula del colegio y llevar a los chicos a conocer a los productores. La idea es que sus familias puedan hacer un vino y comercializarlo”, dice Miretti.
En 2020, el INV reconoció a Trevelin -ubicada al noroeste de Chubut, en el departamento de Futaleufú- como una Indicación Geográfica (IG). Esto fue el corolario de un gran trabajo de las bodegas Casa Yagüe, Nant y Fall y Contra Corriente. “Estamos desde 2004 en la región y siempre pensamos que el Valle de Trevelin era una zona con mucho potencial para cultivos”, asegura Patricia Ferrari de Yagüe, directora de Casa Yagüe Wines.
Lo mismo sucede en el Valle Medio. Leonardo Giacomino, propietario de Bodega Rincón de Los Leones, entiende que “la gente ve que estamos produciendo muy buenos vinos. No queremos producir en cantidad, sino poco vino y excelente. Volvemos a lo natural. Nuestros vinos son totalmente orgánicos, bajo el concepto biodinámico, y la gente está buscando eso”, subraya.
En plena Ruta 40 se encuentra la bodega pionera Patagonian Wines, en la localidad de El Hoyo, su enóloga es Elsa Guevara “Chubut tiene mucho potencial de crecimiento. Con mucho orgullo pertenezco, desde hace19 años, a la bodega pionera de la vitivinicultura en esta provincia. Somos quienes en el año 2016 logramos extender el límite sur de las regiones vitivinícolas en Argentina. Este hecho nos ha dado muchas experiencias, inicialmente ofreciendo vinos muy distintos a los que se consumían en aquellos tiempos, atravesamos distintas tendencias de consumo, incendios, heladas y dificultades de todo tipo. Y algo que no es menor, en estos años tenemos la oportunidad de ver cómo el cambio climático nos sorprende, abriendo la puerta a nuevos varietales, como el Malbec por ejemplo”.
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